5 nov 2014

ENTRE CASTAS ANDA EL JUEGO

Entre castas y cacas anda y con más de un felino encerrado, mal que les pese a quienes ven solamente aleteos de cisnes negros.

Una nueva desmesura no corrige la anterior, a lo sumo la suplanta, y fue así como el método ilustrado de poda al que cedió su nombre de campaña el doctor Guillotin ensayó una respuesta consecuente a los excesos del rococó, anotación que hacemos sin dejar de advertir que señalar las causas de un acontecimiento no significa justificar o tratar de cohonestar sus resultados, pues la interpretación de un suceso es independiente del uso que se haga de ella.

Con la inminente ruptura del bipartidismo setentayochista en España tras la canalización del descontento social en la formación Podemos, asistimos como no se recordaba a un fenómeno histórico de reacción frente al papel residual reservado a los ciudadanos, que entregados al enardecimiento provocado por emociones largo tiempo reprimidas y, sobre todo, defectuosamente vertebradas fuera de los ámbitos más beligerantes contra el régimen, ahora se aderezan con expectativas favorables a una regeneración política que quizá vuelva a saludarnos desde lejos, es la costumbre que estila al asomarse por aquí.

A medida que se produce un desenmascaramiento inusitado de las partes más podridas del Estado desde el interior del propio Estado, y la apertura de algunas cloacas abastece al poder mediático de escándalos mantenidos en conserva a la espera del fulminante adecuado, Podemos experimenta un auge sin precedentes en los anales de la más o menos decorativa, y desde luego esperpéntica, democracia española. No vamos a ser menos escépticos que la marioneta Roosevelt en su momento, y si él pudo opinar que "en la política nada ocurre por casualidad. Si algo sucede, se puede estar seguro de que ha sido planeado", nosotros no estamos dispuestos a tomar por excepciones lo que más bien tiene tufo de ser una pompa de discrepancia que reventará, como las demás, cuando haya cumplido su misión. ¿Cuál es su cometido? A la vista del previsible éxito que muchos consideran nefasto para sus cochinas formas de prosperar, sin perder tampoco la evidencia de los abalorios expuestos en el documento que el partido cachorro presentó como programa para el rodeo europeo —donde resume a la perfección su deuda de origen con negritas que proclaman libertad, igualdad, fraternidad—, la función que este frente en clave popular tutelado por el Equipo Técnico ha venido a desempeñar no es tanto el empoderamiento de la población desprovista de soberanía como pasar el antivirus al orden vigente, que una vez saneado excusará como catastrófica la necesidad de iniciar el proceso constituyente de otro sistema operativo. Sí, estamos vaticinando: aunque sus bases quisieran, Podemos no va a tumbar el árbol carcomido, lo sostendrá hasta que las tareas de refuerzo y corrección permitan a la hegemonía que nadie ha elegido en las urnas, además de conservar intacta la arquitectura fundamental del tinglado, reactivar el consenso con un rédito superior al que haya obtenido nunca mediante la fuerza carismática de los tribunos de la plebe. En este sentido, los sondeos que cualquiera puede hacer entre sus conocidos revelan que una parte considerable de los abstencionistas habituales votarán a o contra Podemos en las próximas elecciones generales; dicho de otro modo, participarán por convencimiento en lo que antes les causaba pura desafección. No es mala metáfora la del voto vudú del analista que postula la utilidad coyuntural del mercado electoral "para castigar a los políticos corruptos y restaurar la igualdad política", pero no deja de ser una imagen sin fuste; a nosotros nos parece más juiciosa la suspicacia de los anarcas fieles a la lucidez de maldecir, empezando por los parlamentos, las creencias progresistas, más cabal el humor irreverente de nuestro interlocutor en el desapego y dignas de estimación, por lo representativas de un estado anímico muy extendido, las observaciones hechas por articulistas que coquetean con el librepensamiento.

Como la casta instalada está impidiendo la expansión y buena marcha de los negocios que no les rinden pleitesía, es comprensible que individuos procedentes de capas lo bastante elevadas para no ser sociológica y culturalmente sospechosos de simpatías populistas hayan apostado y apuesten por Podemos para despejar el campo de juego. Para ellos, es perentorio limpiar la casa, no vaya a ser que se hunda bajo la presión de la basura acumulada entre sus paredes. En la estrategia real, de la que nada se cacarea en público, todos los contendientes con un mínimo de astucia obedecen a las directrices de una agenda oculta que, por supuesto, no se somete a improvisaciones ni plebiscitos. El matrimonio de conveniencia surgido entre zorros, gatos y otros animales interesados en remozar el hábitat doméstico puede dar de sí lo suficiente para echar a las ratas que parecen haberse adueñado de todo incluso al precio de arruinar su valor, pero no será una amenaza para la granja ni su modelo de producción. Al contrario. Es, oportunamente, gracias a esta convergencia entre distintas clases de disconformidad que el caso español, a diferencia de la receta aplicada en otras naciones castigadas por el fraude de la crisis, ofrece a las tecnocracias un recurso menos siniestro para salvarse de la quema que los comandos de patanes hambrientos de pan y circos patrióticos.

12 comentarios:

  1. Si vuestra tesis es correcta, ¿qué cabe esperar de Podemos en caso de que consiga la mayoría absoluta? ¿No sería una táctica más plausible estar con ellos ahora, infiltrándose en sus Círculos para ser protagonistas del cambio o, al menos, para contrarrestar las fuerzas dominantes que pretenden dirigirlo desde esos hipotéticos comités en la sombra?

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  2. La cultura contemporánea tiende a extender e intensificar la socialización de las conciencias por todos los medios, desde las aplicaciones tecnológicas al activismo ciudadano. Es uno de los signos inconfundibles de nuestro tiempo. Con diferente grado de adaptación a este fenómeno y escasa variación en la forma de enfocarlo, los partidos con aspiraciones parlamentarias están inmersos en este juego. Y aunque a veces las clases dirigentes den muestras de una ineptitud que excede cuanto cabe esperar de equipos especializados en la manipulación, saben por experiencia que no se puede gobernar a las masas contra las masas.

    No creo que sea difícil especular, con escaso margen de error, acerca del mundo que les gustaría a los líderes de Podemos y los simpatizantes iniciados en sus mitos comunales. Si son hábiles en mantener el compromiso de la mayoría tras el éxito electoral, probablemente consigan lo que ningún fascismo, salvo en el caso alemán y no por muchos años, pudo lograr: las nupcias absolutas entre el Estado y la sociedad, eso sí con coletilla asamblearia mediante. El nuevo pecado de excomunión en esta utopía gestionada por redes sociales hiperactivas y ágoras permanentes podría ser la irresponsabilidad, entendida siempre como falta de interés participativo; los nuevos mandamientos se resumirían en una serie de reglas éticas, básicas pero muy capciosas, imprescindibles para satisfacer el perfil mínimo de ciudadanía.

    ¿Infiltrarse? Quizá lo hayamos hecho...

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  3. Paulo Parroquias6/11/14 22:41

    Cunde la opinión de que con Podemos no podemos ir a peor, y lo peor es que quizá no sea una lectura falsa de tan precarios como nos sentimos en la agarrotada situación actual.

    Mientras la derecha mediática se esfuerza en vincular a los adelantados de Podemos con el chavismo bolivariano, el movimiento abertazale y el desperezamiento de la izquierda hispanoamericana, quizá sería más exacto asociar a este partido con el socialismo fáctico a la escandinava, en el que prima un modelo de ética que lo tiñe todo hasta extremos inconcebibles en las culturas meridionales. Allí la corrupción política es mínima o inexistente, nos dicen, a causa de la elevada moralidad pública de sus gentes, pero otra interpretación de este hecho es que los habitantes se vigilan celosamente entre sí para ajustarse en todo momento a las pautas de corrección cívica. En mi falible opinión, si hay que temer que Podemos implante una forma almibarada de comunismo, no será según el gusto soviético, sino al estilo Ikea.

    Por otra parte, cuando veo a nuestros católicos turbados por la movilización del descontento popular, me gustaría tranquilizarlos apelando al cristianismo que anida en sus corazones, porque hasta donde yo sé la justicia social y el comunismo moral son la esencia del mensaje redentor de Cristo.

    Podemos seguramente traiga más democracia, pero con más democracia mayor será el sentido colectivo que gravite sobre la convivencia. Es aquí donde doy la razón al señor o los señores que han escrito con lógica suspicacia el artículo.

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  4. Armando Espadas6/11/14 23:04

    Hay quien dice que el caramelo les viene grande, otros aseguran que es un caramelo envenenado. Dígase lo que se quiera, a mí los nuevos políticos que están por animar a la ciudadanía con actividades participativas y motivación contra la desafección empiezan aburriéndome como una misa aderezada con canciones ñoñas y terminan por hacerme dudar si no querrán hacernos pasar, tarde o temprano, por el confesionario...

    Recuerden Rinoceronte de Ionesco y las circunstancias en que fue escrito.

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  5. En resumen, que si queremos ventilar el país debemos confiar en Podemos, que poder podrán, pero sin pensar demasiado en los capítulos siguientes porque tal vez no nos gusten. Esa es nuestra mejor opción? No acaba de convencerme, e intuyo que a esa "intención de voto" tan aireada e irada en los últimos días tampoco.
    Tanta diferencia hay entre no votar por falta de esperanza y votar por desperación?

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  6. Dejaos de masonerías, toda esta cháchara no es más que política-ficción que nos aleja de lo esencial: se trata de reconstruir el Estado del bienestar para darles a los que han perdido todo o casi todo un futuro digno. Las generaciones más jóvenes, en especial, somos la riqueza de una nación, no el cordero a sacrificar.

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  7. Al segundo anónimo:

    ¡Menos mal que has venido a disipar la palabrería de los que argumentan con la propaganda de los que salmodian! ¿Te has preguntado alguna vez por qué el Estado del bienestar, diseñado como barrera de seducción contra el marxismo en los países capitalistas, suele quedarse en el bienestar del Estado?

    Al primer anónimo:

    La diferencia que hay entre abstenerse por falta de esperanza y votar por desesperación es análoga a la que puede haber entre renunciar a un bien supuesto por no alimentar un mal real y alimentar un mal real por aceptar un bien imaginario.

    A Paulo:

    Celebro la ironía de ese clavo lanzado a los adoradores del crucificado y la idea del nuevo comunismo fabricado según el patrón Ikea.

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  8. A Pablo de Podemos habría que pedirle que se corte la coleta cuanto antes. ¿Antisistema? Ja. Los derechistas que insisten en machacarnos con esta pieza del argumentario les hacen, aunque no lo quieran, una valiosa propaganda. En momentos críticos, el Estado se enmienda gracias a "héroes" telegénicos como él, pues representa al partido de los que hasta hace nada carecían de partido. Los ingenieros sociales de Podemos tienen el mérito de haber integrado en un bloque a la masa crítica de los que en esta tesitura tan chunga se sienten políticamente incorrectos. Pero el contenido de los discursos que recita el mesías de la indignación (cada vez más trufado de ejemplos vulgares e ideas simplistas), la corbata que le ha crecido de un día para otro y, en fin, todos esos detalles o guiños de quien ya se ve como hombre prominente de Estado, lo delatan.

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  9. Félix de Azúa, en un artículo publicado el pasado tres de marzo en el diario El País, repartía leña de esta linda manera a los comparsas de Podemos:

    «La extrema izquierda o su fantasmagoría, ya sólo sabe usar el lenguaje de la Iglesia para explicar sus quimeras, las cuales consisten en acabar con quienes no superen el examen de pureza de sangre (la casta), aplastar a los ricos (aunque aún no los califican de lujuriosos y violadores) y llamar benditos a los hijos de Dios, los santos inocentes, los pobres o como quiera llamárseles. Sentimentalismo burgués pasado por la sacristía».

    Tengo para mí que esta crítica podría lanzarse, en realidad, contra todos los que desde facciones demólatras, comunes a izquierdas y derechas, abogan por el advenimiento de un régimen de vasallaje en red que podríamos llamar Estado 3.0 o sociedad ultraNET (Nuevo Estado Totalitario).

    Por último, aclarar que el mismo autor parece haber abandonado su escepticismo habitual para lubricar por Ciudadanos ahora que se acercan las elecciones...

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  10. A Pablo Iglesias II el gobierno tiene previsto recompensarlo con un puesto en una comisión de control del CNI:

    https://www.elmundo.es/espana/2020/02/22/5e50173421efa0004c8b4693.html

    Supongo que será un pago por los servicios de contrainsurgencia que Podemos ha prestado al Estado en los años convulsos que siguieron al 15M.

    Recordad la efervescencia popular, la crisis de legitimidad de las instituciones públicas y el cabreo casi incontenible que por entonces se respiraba en las calles. Apareció Podemos con sus cantos sirenoides y, como en la fábula del flautista de Hamelín, las ratas rabiosas fueron neutralizadas; por elevación en este caso, ya que toda esa masa crítica se disipó en el ascenso por vía de sufragio al empíreo de los escaños.

    Desde un punto de vista maquiavélico, ha sido una maniobra brillante de la cúpula militar, justo es admitirlo (no en vano, el CNI pertenece a las FFAA). En este sentido, el caudillo de Podemos lucirá como un trofeo que se otorga a sí mismo el poder en la penumbra de la retaguardia.

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    1. Por fortuna para muchos patriotas, entre los que orgullosamente me incluyo, todavía quedan muchos servidores de pro en puestos clave de la "penumbra" que hacen LO QUE SEA NECESARIO para que España siga siendo UNA, GRANDE Y LIBRE.

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    2. De la otra casta, de la carcunda de puño caliente que a imitación del Rex de Léon Degrelle se hace llamar Vox en estos latifundios bajo la advocación de Escrivá de Balaguer, o de sus diputados amamantados en el somatén de cerebros rapados antes de combinar los tónicos colombianos con trajes entallados y genuflexiones dominicales, mejor debatimos en un foro menos vigilado por zotes que se creen cides.

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